viernes, 11 de enero de 2008

Internet, un mercado persa.

Entrar a internet es como ir a la plaza de mercado, a un sanandresito o a un centro comercial: una multitud de objetos y de mercancías, o un cortejo de signos, se arrojan contra nuestra mirada que apenas distingue entre una cosa y otra.

Lo que más sorprende de entrada es encontrar tantas versiones de la realidad. La enumeración de lo que he encontrado hace a un catálogo de disparates. La semana pasada vi en un blog, una foto de las naves de la federación galáctica sobre los anillos de Saturno.

La realidad y la ficción marchan de la mano y se confunden como gatas siamesas. Ayer se nos repitió hasta el delirio que tal país almacenaba armas de destrucción masiva. Con ese pretexto justificaron la aniquilación de toda una sociedad. Nunca encontraron esas armas ¿y que pasó despues? ¿se retiraron los invasores? ¿repararon los daños?

Nuestro silencio quiere decir que estamos preparados para creer en cualquier cosa.






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