Esta noche he visto pasar
mi propia sombra;
iba sola por la calle
abandonada de su cuerpo,
abandonada de palabras.
Cantando una canción de silencio
sólo para sí.
Entonaba su largo paréntesis,
sus interminables puntos suspensivos.
Apenas podía distinguirla
Mezclada entre otras sombras
sumergida entre los charcos,
contando piedrecitas,
saltando entre canecas de basura.
Mi sombra enmascarada
vagaba absorta en su vacío,
de hito en hito de su nada.
Soy la sombra de esa sombra.
lunes, 11 de agosto de 2008
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