Sólo estoy, aquí conmigo.
Mi sombra se mira en el espejo y dice:
somos cuatro.
Es bueno estar en paz
Con los fantasmas, saber que esta noche
Es la mejor orilla del pasado
Y que nos hemos reunido finalmente
A salvo entre los libros.
Los recuerdos ronronean
Como el gato que fue todos los gatos
Y de nuevo devora al eterno ruiseñor.
Sabemos que mañana
La frágil tregua va a romperse
Y cada uno marchará por sus asuntos.
Las sombras promiscuas,
Fundidas en su vecindario de sombras.
El reflejo nadará por su universo paralelo
Emergiendo a tomar aire en cada espejo.
Y yo, el de éste lado
Disperso entre los actos, las palabras,
Los tumultos,
Sabré ocuparme
De salvar las apariencias.
martes, 26 de agosto de 2008
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